Ayuso de nuevo

Isabel Díaz Ayuso, a la que políticos torpes y malintencionados eligieron como blanco para sus ataques, ha sabido erigirse como la voz del pueblo, porque sabe interpretar y entender, mejor que ningún otro de los políticos actuales, los anhelos y las necesidades de los ciudadanos.

Ha vencido en todas las batallas que le han planteado los demás, los que pretendiendo ensañarse con ella le han hecho publicidad, porque mientras intentan manipular a los vecinos y ponerlos en su contra, Ayuso los entiende y defiende los intereses de ellos.

Creo que si presentara a las elecciones generales, ganaría en todas las provincias, incluidas las vascongadas y las catalanas.

Su grado de identificación con los españoles se puede constatar en este tuit de su autoría; «Es miserable y despótico que un gobierno considere que la Ley ha de tratar a los ciudadanos de una u otra manera según el interés político.

El único plan de Sánchez es mantenerse en el poder a cualquier precio, por perjudicial que sea para los españoles».

Esto que ha dicho Ayuso es lo que piensan casi todos los españoles, incluidos los socialistas que no han perdido la chaveta o que no esperan conseguir un enchufe.

Ella ha sabido comprender que estamos ante un cambio de ciclo, pero cabría completar esto añadiendo que es quien lo ha propiciado. Estaba latente, pero no acababa de tomar cuerpo, porque las figuras políticas en liza no terminaban de generar esa ilusión necesaria que precede a todo cambio. Y es cuando apareció Ayuso y la situación política dio el cambio.

La población española parecía resignada a soportar al psicópata que nos gobierna, y Tezanos se regodeaba en ello y se burlaba de nosotros, y de pronto el dictadorzuelo, el ‘doctor’ tiene los días contados. Claro que tiene el firme propósito de soltar a quienes tanto daño han hecho. Si está favoreciendo a los etarras, ¿por qué no ha de hacerlo con estos?

Ayuso le ha dicho: No. Y es como si se lo hubiéramos dicho todos. O casi todos.