A favor del equipo ciclista de Israel

En España tenemos un gobierno que no es un gobierno, sino una banda. Sus componentes se comportan más como una cuadrilla de facinerosos que como ministros, secretarios de Estado o lo que sea. Dan vergüenza y no hay modo de echarlos.

El caso es que hay un equipo de Israel corriendo en la Vuelta Ciclista a España, y esos mismos que cuando ETA mataba a alguien, lo cual ocurría a menudo, seguían jugando la partida, como si nada, se manifiestan multitudinariamente en contra de los israelíes. ¿Y qué ha hecho la banda, digo el gobierno? Permitir el acoso, adelantar el final de la etapa, evitando que hubiera ganador, y luego hacer declaraciones unos y otros explicando que el equipo de Israel debería retirarse por el bien de los demás. La vergüenza más grande de una nación. Si se permitió la inscripción de este equipo en su momento la obligación del Estado, de los organizadores y de todos es procurar que pueda correr en igualdad de condiciones que todos los demás. La primera concentración humana en contra de Israel no debió permitirse y sus organizadores debieron ser puestos a disposición del juez y encerrados de forma preventiva, al menos, hasta que la vuelta estuviera lejos.

Por cierto, al menos uno de los organizadores de las protestas es un maldito etarra. Ibon Meñica se llama el pájaro, aunque creo que deben de haber bastantes más. Esos siempre se apuntan a todos los bombardeos en los que no hay riesgo y los felones están a su favor. Al pobre Albares se le ha visto muy inflamado hablando de paz y justicia, como si fuera un fiscal imputado. No hay nadie del gobierno que haya salido a protestar, porque ya saben todos que el que se mueva no sale en la foto.

El gobierno y la embajada de Israel han felicitado a su equipo y lo han animado a seguir. ¡Qué vergüenza para España!