Aquel sueño de Adolfo Suárez
- Vicente Torres
- hace 3 días
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El artífice de la Transición se lo había organizado bien. Para redactar la Constitución habría tres de la UCD y uno del PSOE. Eran más ponentes, pero lo que a él le importaba era precisamente que los socialistas no tuvieran ventaja. La tuvieron. Comentó Peces-Barba luego que había estado estudiando la Constitución con Jorge de Esteban y como consecuencia de esa dedicación el sesenta por ciento del texto que había resultado era suyo.
Lo que hicieron fue diseñar un campo de juego inclinado, para que los socialistas tuvieran siempre ventaja. Claro que esos socialistas, Felipe González y compañía, no contaban con que luego aparecerían pájaros de cuenta como Zapatero y Sánchez. No hay nadie que sea capaz de preverlo -preveyerlo, diría Sánchez- todo. Adolfo Suárez confiaba en que la perspicacia de sus tres, más la del presidente de la Comisión, bastaría para descubrir las tretas socialistas. Felipe González contaba con que ningún cenizo llegaría a la Secretaría General del PSOE.
La clave de todo, en la que no cayó Adolfo Suárez, y tampoco ninguno de sus engolados constitucionalistas, es que los socialistas aún no han perdonado a Franco que les birlara la victoria en la guerra. Tampoco el PSOE ha sido nunca un partido demócrata. Todas estas cuestiones previas, que ni se trataron, ni se tuvieron en cuenta, condicionaron todo el desarrollo posterior.
Ahora ha llegado un idiota a la presidencia del gobierno y ha mostrado todas las carencias del texto constitucional. No cabe ninguna duda de que hay que rehacerlo por completo. Todo, desde el primer punto hasta el último. Y también los partidos políticos tendrán que rehacer sus estatutos para poder seguir participando en la vida política. Ignoro con qué fórmula jurídica se podrá dar el paso, pero hay que tener en cuenta que todo lo que hemos vivido ha sido un engaño.
Con la Constitución nueva podrá cumplirse el sueño de Adolfo Suárez de que los españoles, por fin, podamos vivir en paz.
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