Atacan a Mazón

No es ningún prodigio. La Comunidad Valenciana es la más endeudada de todas, si se tiene en cuenta el total que se debe y el número de habitantes y además tiene el precedente de Alberto Fabra, que cuando la situación económica era mejor que la actual cerró la televisión valenciana, para dedicar el dinero que cuesta a la sanidad. Luego llegó el sandio, o sea Chimo Puig, y la volvió a abrir para que nos acostumbremos al catalufo. Eso es tirar dinero al mar, hinchar la deuda valenciana.

Pues este Mazón no se atrevió a cerrarla de nuevo, ni tampoco ninguno de los chiringuitos, con lo cual la ayuda que ha ido dando a los damnificados la ha conseguido con más deuda, que tendrán que pagar los valencianos del futuro. Vista la posibilidad de Mazón de no tomar iniciativas, porque a lo mejor ni las ve, o no se atreve, queda por otear la de Feijóo, que tampoco parece que se preocupe mucho por estas cosas. Quiero decir que yo sí que me preocupo, porque es mi dinero lo que está en juego. Estoy deseando que llegue el momento en que los políticos no puedan gastar más de lo estrictamente necesario para las actividades por las que cobran.

Al hilo de lo especificado en el párrafo anterior, quiero hacer constar que el Felón, como todos los demás políticos, es criado mío, y sin embargo se comporta como un absoluto gamberro. Mazón es un incauto, sin iniciativa, pero este es peor, mucho peor. Le llaman el galgo de Paiporta, población a la que nunca volverá, y sus subordinados, a voz en grito, llaman cobarde a Mazón, que no se fugó, sino que siguió en Paiporta. La izquierda de hoy vive la política como si fuera un partido de fútbol y esos tipos piensan que su galgo favorito puede hacer cuatro trampas y volver a ganar el partido. Eso es imposible: los galgos, al canódromo.