El 70% de los españoles desconfía del gobierno

Pocos me parecen, habida cuenta de que la torpeza del presidente está fuera de duda, puesto que todo el mundo sabe ya que es esclavo de sus pasiones, que no tolera que le lleven la contraria, que se le marcan las venas cuando ocurre y todos los músculos de la cara se le tensan.

Es un maleducado, porque no escucha cuando le hablan, ni contesta las preguntas que le hacen, y es inculto y caradura porque dijo que la corrupción se combate preveyéndola, y llamó peripatético a Feijóo, creyendo que esa palabra significa otra cosa. Nunca ha tenido interés en reducir la corrupción, porque para ello es necesario que los jueces sean independientes, cosa que siempre intenta impedir. Estas son dos muestras, entre muchas, de que la burricie está arraigada en las entrañas del personaje.

Por otro lado, el ser humano es complicado y vemos que tipos que necesariamente han de tener talento, porque han superado oposiciones muy difíciles y han hecho trabajos meritorios, están encerrados en ese bucle sin darse cuenta de que su recorrido no puede ser muy largo. Pero puesto que obtienen beneficios se puede entender que tengan los ojos cerrados. Mirar solo el presente es una opción más que humana animal. Y cuando he escrito esto no estaba pensando en el homínido.

Bien, estaba en esos tres o cuatro, realmente muy pocos, que pese a que tienen talento no se enteran. Pero, ¿y todos esos que salen perdiendo con las políticas del Felón? ¿Cómo es que no abren los ojos? ¿No se dan cuenta de que nos dejó a oscuras durante muchas horas y sin internet durante bastantes más? Todavía no se ha dignado a explicarnos, a nosotros que le pagamos el sueldo, qué es lo que ha ocurrido y cuál es la causa. Nunca asume ninguna culpa, a pesar de que siempre la tiene toda.