El capirote podemita

Todos los movimientos y los gestos que hacen los podemitas son repelentes y repulsivos. El odio les sale por todos los poros de la piel y siempre intentan ofender e incordiar. Este capirote tiene que ver con los sucesos de Torre Pacheco, pero antes que eso con la política de inmigración del gobierno.

Hay que tener en cuenta que la política gubernamental gira sobre dos ejes. El primero de ellos consiste en mantener al Felón en la Moncloa durante todo el tiempo que sea posible, y para lograr ese fin no hay freno que valga. Ahora tenemos al TJUE y a la UE enfrascados en algo que para el gobierno es fundamental, porque desea seguir, y para los españoles tiene todavía más importancia, puesto que es el último clavo al que nos podemos coger para recobrar algo de libertad. Toda no podrá ser hasta que no se cambie la Constitución.

Nos detenemos en la cuestión inmigratoria por lo mal que está haciendo el gobierno las cosas. No importa que en otros países también las estén haciendo mal. Estamos en España, tenemos a los árabes por vecinos y hemos discutido y tratado con ellos a lo largo de los siglos. También sabemos que el islam es una estafa, como lo prueba el retraso cultural en que viven en todos los países en que está implantado. No se debería permitir que vengan musulmanes llevando su religión en el bolsillo. A España habría que venir sin religión alguna, a vivir ajustándose a la Constitución y a trabajar igual que todos.

Pues ese era el caldo de cultivo inicial en Torre Pacheco. Hay un nutrido grupo de gente descontenta, que vive al margen de la civilización y no se quiere integrar en ella, hubo un lance muy desafortunado y quizá la reacción de Vox no fuera la mejor. Pero Podemos nunca pretende aportar soluciones, sino incordiar lo que pueda, donde pueda.