El plante judicial
- Vicente Torres
- hace 1 día
- 2 Min. de lectura
Hay un detalle de Sánchez en el que no caen sus seguidores y es su idiotez, que surge de su narcisismo. Se cree que puede con todo y con todos y no es cierto. Tiene a algunos bien domados, pero aparte de esos, a los que tiene atrapados por la nómina o el sectarismo, hay otros que no pasan por el aro.
Lleva un tiempo atacando a los jueces, a los fiscales…, porque, fieles a su costumbre, hacen su trabajo. Los seguidores de Sánchez le siguen, en la idea de que es un jabato invencible, pero ocurre que no lo es y seguramente muchos jueces y fiscales que lo votaron se han unido a la protesta, y es que no puede ser de otro modo. Las posibilidades son dos: España es una democracia o no lo es. Para serlo es preciso que los jueces y los fiscales sean respetados.
Es que, además, el tío matiza: está a favor de los fiscales que persiguen delincuentes, como dando a entender que hay otros que no lo hacen. Es idiota del todo. Y eso que todavía no han metido a su hermano en prisión preventiva, no vaya a ser que se esté procurando la nacionalidad de otro país, lo cual lo complicaría todo.
Tal como está el panorama es difícil imaginar en qué piensa Sánchez, qué soluciones tiene previstas para cuando el cerco de la justicia apriete tanto -que apretará- que ya no le quede ninguna salida.
Por su parte, Isabel Perelló, presidenta del Poder Judicial, que cese en sus ataques a jueces concretos y que se centre en cumplir con cometido, recomendaciones que no serán escuchadas por el Ejecutivo, pero sí por el resto del mundo, porque al final la pregunta es la misma: ¿dónde se meterá Sánchez cuando ya no quede hilo en el carrete? Porque a lo mejor pensaba irse a Brasil, pero con lo famoso que se está haciendo resulta imposible.
Comentarios