Las mentiras de Beatriz Corredor
- Vicente Torres
- hace 12 horas
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Las consignas que siguen los gubernamentales bien podrían ser llevarse crudo todo lo que puedan y causar todo el daño que sea posible. Esa es la manera en que quedan bien con sus socios, se forran y aplacan las ansias de venganza de Sánchez.
El presidente quiere que todo el mundo sepa que aquí manda él, y no hay ley ni costumbre que lo pueda parar. Pero es que además pretende que se le adore y se le aplauda, y como eso no le pasa a él, sino a Felipe VI y Ayuso, pues está que revienta y quiere hacerles pagar todo esto a los españoles. O sea, que no es solo que Otegui, Puigdemont, y demás gentuza le exijan esto o aquello, sino que él, por su cuenta, ambiciona hacer más daño del que supuestamente ha pactado.
Así las cosas, ellos saben que los números salen, porque a los socios del gobierno la verdad les importa tan poco como a Sánchez, así que se dedican a echar balones fuera y a mentir, que la vida dura dos días y hay que aprovecharla. Beatriz Corredor tiene un gran sueldo, no está capacitada para el cargo que tiene, como tampoco lo está ninguno de los que ha colocado Sánchez en las distintas empresas, que por este motivo antes funcionaban bien y ahora mal, y por supuesto que no piensa dimitir, ni renunciar a un céntimo de su paga. La respuesta gubernamental, aunque no la hayan dicho, viene a ser la consabida: si quieren luz, que la pidan.
El presidente del gobierno tardó unas cuantas horas en hacerse visible, no calmó a nadie, tampoco informó a Feijóo, y parecía contrariado por no poder culpar, aún, a Ayuso. Está claro que no hizo nada, antes ni después, para reducir la tragedia. Beatriz Corredor tardó dos días. Hubo muertos, gente angustiada por si se acababa el oxígeno, gente atrapada en los ascensores… Pero menos mal que Sánchez está bien y Corredor, contenta.
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