Los modales del homínido

Es difícil de creer que un ministro se comporte con tanta torpeza, pero es que forma parte del gobierno más lerdo de la historia de España. Hay unos pocos ministros que, indudablemente, tienen talento, pero, como he dicho tantas veces, lo disimulan para no despertar los celos del Felón, que no tiene ninguno.

En este caso me refiero a un xuit lamentable del homínido relacionado con un comportamiento indefendible de Vueling con unos adolescentes franceses, que son judíos y que han pasado unas vacaciones en España. El mensaje no es prudente, ni educado, ni respeta las reglas gramaticales y es insultante con los jóvenes. No creo que ningún ministro de ningún país civilizado hubiera podido comportarse de ese modo, pero la España del grosero Felón ya no es un país civilizado.

Es difícil de creer todo, pero el homínido entró en el gobierno en sustitución de Ábalos, y las instrucciones que llevaba parecían claras. Desde el primer día que insulta sin freno ni medida y perjudica a España todo lo que puede. Ni los trenes son puntuales, ni se vislumbra la posibilidad de que Correos recupere el prestigio que tuvo, ni ninguna de las entidades o empresas que dependen de él infunde esperanza alguna de que pueda volver a ser lo que fue. ¿Es posible que alguien sea tan torpe? Claro, en el gobierno hay más que son como él, no se dan cuenta, y el Felón tampoco se da. Podría ser que este sujeto estuviera exagerando su inutilidad con el fin de salvar su cabeza. No es que sea paranoico, sino que formando parte de un gobierno del Felón, cuyos pensamientos, por llamarlos de alguna manera, nadie puede conocer, porque son cambiantes, hay que temer siempre lo peor. En el gobierno solo hay una persona segura, y es la que ocupa la presidencia. Los demás son coyunturales.