Los negocios de Sabiniano
- Vicente Torres
- hace 1 día
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No voy a dar yo la relación, ya la dan ellas, las prostitutas, que sentido del humor sí tienen. Quizá porque saben tanto. El suyo es el oficio más antiguo del mundo, que tiene tantas variantes que no se pueden contar. El que da risa es el Felón, o no tanta. Mete la pata una y otra vez y luego ha de arreglarlo metiendo la pata unas cuantas veces más.
Siempre acuden en su ayuda todos los infames que lo apoyan, porque saben que cuando caiga se habrá acabado el chollo. Intentan acabar sus negocios cuanto antes, exprimiendo el limón hasta donde pueden, pero ya saben que hay unos jueces que no tragan y un Bolaños que en cualquier momento puede vislumbrar un horizonte penal. Pero no solo Bolaños, sino que cualquier ministro en cualquier momento puede ser llamado a declarar por un juez. Todo está en el alambre y el Felón juega la carta de alargar los plazos, porque sabe que hay cosas que no puede conceder. Ahora ha dicho que quiere acabar con la prostitución, lo cual ha llenado de alegría a las prostitutas. Que no se asuste el personal, que no van a sacar una lista con los socialistas que acuden a ellas. Tienen sentido del humor, pero no son tontas. Saben cuidar su negocio.
Se preguntaba la gente que quién corría con los gastos de aquel recorrido con el Peugeot. Por mi parte, en aquellos tiempos pensé que los pagaba el PP. Claro que no sabía que el sujeto está como una cabra y que su suegro ganaba buen dinerito con la prostitución. Dicen que cada noche Begoña dejaba un sobre con dinero -por supuesto que bien contado- para cada una. Al pensar en abolir la prostitución no pensó en la parte que le tocaba. Como si todos los viajes que hicieron ya estuvieran pagados, que lo deben de estar, y todo olvidado.
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