Problemas para Greenpeace

La diabólica Greenpeace ha sido declarada culpable y deberá indemnizar con más de 660 millones de dólares a la empresa que resultó perjudicada con sus prácticas. La sentencia será recurrida, pero no parece que el recurso pueda revertir la situación, sino que la entidad condenada tendrá que pagar.

Entre los comentarios que ha suscitado la noticia predomina el de que quizá tenga que desaparecer, dada la cantidad que ha de pagar, que excede claramente de su presupuesto anual. No creo que ocurra eso. Una mano inocente pondrá el dinero que haga falta, camuflando el donativo como sea. Dirán que son pequeñas donaciones anónimas, o algo parecido. Si hay una gran cantidad de dinero haciendo propaganda a favor de Hamás, que es un grupo terrorista, ¿cómo no lo va a haber para una organización supuestamente pacifista que tiene engañada a tanta gente? A partir de este momento, y en función de lo que detecten en el ambiente mientras tanto, refinarán los métodos y llevarán más cuidado en la selección de los actos a realizar y los lugares en que los lleven a cabo.

No creo que renuncien a algo que les está reportando tanta utilidad como Greenpeace, que a fecha de hoy mantiene engañada a buena parte de la humanidad. Hoy en día, la izquierda, de la que han dimitido muchos, aunque siguen considerándose de izquierdas, se ha dejado colonizar por el movimiento woke, tan estúpido como alejado de la realidad, pero que de momento está imponiendo su ley en algunas capas de la sociedad, se ha consagrado el cambio climático como dogma, y la actualidad hay que verla con perspectiva de género. Todo esto es campo abonado para que una organización buenista, que se presenta con lo que dice que son ideales ecologistas, que dice pretender que nuestros futuros descendientes gocen de un planeta limpio y puro consiga público que la aplauda.

A mí me da asco.