Trump está en desventaja con Xi Jinping

Se cree Trump que con sus métodos comerciales puede regir un país enorme e imponerse al resto de los líderes del mundo. No ha caído en la cuenta de que él depende de la opinión pública, mientras que ese problema no lo tienen Xi Jinping, ni Putin, ni los demás líderes comunistas.

Ellos pueden llevar a sus países a la ruina, y de hecho la mayoría, salvo China, es imposible que salga de ella, mientras sus gobiernos no sufren por ello. Tienen sólidamente agarrados todos los resortes del poder. Trump puede amagar este golpe, el otro o el otro, que ellos pueden replicar tranquilamente o esperar sentados a que se dé cuenta de que no va a ninguna parte. O pueden aprovechar los huecos que deje en otros lugares.

El actual presidente de Estados Unidos es un tipo que no tiene vergüenza, ni ética, ni modales. Es bruto y fanfarrón. Y esa manera de ser le ha ido bien en los negocios y le ha permitido ganar mucho dinero, pero en el campo de la política se encuentra con verdaderos asesinos, tipos que tampoco tienen escrúpulos y que cargan con cadáveres en sus conciencias. Muchos cadáveres. La apuesta ha subido de nivel. Trump parece un aprendiz y ya todo el mundo le va tomando la matrícula.

Ha entrado en la política internacional como un ciclón y perpetrando burradas, la primera de todas al tratar con delicadeza a un criminal, como es el caso de Putin, y echándole una bronca al héroe que es Zelensky. Con esto ya se ha ganado la antipatía del mundo entero. Lech Walesa ya le mandó una carta abierta en la que le puso los puntos sobre las íes. Otra cosa es que los brutos puedan entender lo que les dicen. No parece que Trump pueda captar unas ideas tan alejadas de las suyas. Habrá que ver hasta dónde llega su aventura.